Mostrando las entradas con la etiqueta feria del libro de buenos aires. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta feria del libro de buenos aires. Mostrar todas las entradas

FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO SANTO DOMINGO 2018: CRÓNICA DE UNA DECADENCIA ANUNCIADA:




            A partir del año 2004, ya consolidada la creación del Ministerio de Cultura de la República Dominicana, la Feria Internacional del Libro se convirtió en la más importante Feria de su tipo del Caribe, y una de las más importantes de toda Latinoamérica. Escritores internacionales tan notorios como Eduardo Galeano, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez, Ana María Matute, Sergio Pitol (lamentablemente fallecido hace unas semanas), estos últimos cinco ganadores del Premio Cervantes de Literatura, así como Eliseo Alberto, también un excelente escritor, ganador del Premio Alfaguara con su novela “Caracol Beach”, hijo del poeta cubano Eliseo Diego, o las puertorriqueñas Rosario Ferré, Mayra Montero, Ana Lydia Vega, la española Almudena Grandes, que dicho sea de paso sirvió luego de anfitriona a la antología de escritores dominicanos “Los Cactus no le Temen al Viento” del antólogo y traductor Danilo Manera cuando fue publicada en España por Siruela, Tomás Gutiérrez Alea, Rafael Ramírez Heredia, hasta Isabel Allende: en fin, una serie de escritores importantes que año tras año la visitaban, y que con su presencia provocaron que fuera reconocida no solamente a nivel nacional, sino internacional, incluso en países donde no se habla español, como lo demuestra la antología del doctor Manera, u otra publicada por él en Italiano en la que yo participo: “Santo Domingo: Respiro del Ritmo”, con la editorial Stampa Alternativa, además de la edición original de “I Cactus Non Temono Il Vento. Racontti da Santo Domingo” con Feltrinelli. Esas antologías sirvieron para que escritores como Ángela Hernández, Marcio Veloz Maggiolo o Luis Martín Gómez publicaran algunos de sus libros en Italia, y además en España con la editorial Siruela, donde el libro de don Marcio, “La Mosca Soldado”, fue nominado a mejor novela del año 2004 en ese país.
            Pero no solamente podemos hablar de estas cuestiones anecdóticas. A la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo asistía alrededor de un millón de personas todos los años, por lo que una comisión de la Feria del Libro de Guadalajara, México, que es la Feria más importante de Latinoamérica y una de las más importantes del mundo, viajó a la República Dominicana para averiguar cómo era posible que en un país tan pequeño como éste asistiera tanta gente a ese evento, cuando la mayor cantidad que había asistido a la de Guadalajara era alrededor de 600,000 personas. Lo mismo puede decirse de la Feria del Libro de Bogotá de este año, en Colombia, que ha crecido a pasos agigantados y que espera romper el récord de asistencia del año pasado, que fueron precisamente 600,000 personas. Pero también me atrevo a recordar todos las obras que se publicaban anualmente, la “funda de cultura” llena de libros que me llegaba a mí, un escritor desconocido, pero también a muchos otros lectores y escritores conocidos o desconocidos, para que leyera los libros de la Feria y los compartiera en el Taller de Narradores de Santiago, con otros grupos literarios o en los clubes de lectura que creamos en los barrios.
            La Feria Internacional del Libro tenía el apoyo incondicional de los medios de comunicación, y recuerdo las transmisiones en vivo que se hacían a través de CDN y otros canales de televisión nacionales, e incluso las reseñas en canales internacionales como CNN o TVE. Los debates, las discusiones, los viajes de Santiago a Santo Domingo porque en esa época yo producía el programa cultural “Sala de Arte” de Florángel Cabrera, que se transmitía por el Canal 29, y cubríamos fielmente la Feria todos los años. Tengo entrevistas grabadas en video con Enriquillo Sánchez, Marcio Veloz Maggiolo, Bruno Rosario Candelier, Manuel Rueda, José Rafael Lantigua, que fue el creador de esa Feria antes de ser Ministro de Cultura. Con escritores locales invitados como Fernando Cabrera, Manuel Llibre,  Rosa Silverio, porque estoy consciente de que se trataba de ser lo más abierto posible. Pero me invade la nostalgia precisamente porque ya esa época dorada terminó, y la Feria Internacional del Libro se ha convertido en una sombra de lo que una vez fue. Es lamentable el nivel de desolación al que ha llegado ese evento. En el momento en que necesitamos cada vez más la lectura (ahora tenemos un país alfabetizado, lo que debería ayudar en ese sentido), es lamentable que esa Feria (escribo la palabra “Feria”, pero esto no llega ni por asomo a eso) ni siquiera atraiga la atención de los medios de comunicación o de los propios interesados en ella, que son los escritores o las personas que venden libros o a las cuales les interesan los libros. Asistir a esa Feria es recordar con dolor cómo era antes, cuando estaba bien hecha, cuando era una Feria importante. Pero también, como buen santiaguero y buen cibaeño, me duele que en un país pequeño la feria del libro no tome en cuenta a Santiago, al Cibao o a las demás provincias del país. Estamos a menos de dos horas de la ciudad capital. La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo es eso, de Santo Domingo, como si no existiera el resto de la República Dominicana. Y esta queja se repite y se repite y se repite todos los años, como si se hablara para el aire. Pero es como escribió Gide, citado por Cortázar en una entrevista hace tantos años: es que como nadie escucha, hay que seguirlo diciendo y diciendo y diciendo hasta que se entienda.
Yo pienso que para hacer lo que se está haciendo, es mejor no hacer nada. Si de todos modos el escritor dominicano se encuentra solo y no leído, pienso que es mejor no hacer esa Feria, o por lo menos manejarse con humildad y aceptar las críticas y las recomendaciones para hacer algo mejor, no esa entelequia que nos avergüenza como visitantes. Pero de todas maneras, ¿quién soy yo?: apenas un escritor de una provincia del país que no es tomada en cuenta por el Ministerio de Cultura, de una provincia y de una región que ni siquiera se ha enterado de que se está “celebrando”, así, entre comillas, una Feria del Libro en Santo Domingo. Mejor es que no se haga nada, que se cierre el capítulo de esas ruinas, y que cada quien continúe viviendo su vida sin lecturas y sin libros.



Publicaciones destacadas:

INVOCACIÓN PARA PALESTINA

El Jordán no ha llegado a sus lechos del oeste, no ha alcanzado a calmar el fuego de la fuga fantasmal en Cisjordania, ni a correr por los s...

Máximo Vega

Máximo Vega

Publicaciones populares: