Lo ocurrido en Palma Sola en el año 1962, durante el gobierno
provisional, luego del ajusticiamiento del dictador y antes de la llegada al
poder del profesor Juan Bosch, es el tema de este libro.
Dos mellizos, Plinio Mesías y León Ventura, fundaron un
pueblo llamado Palma Sola, puesto que una palma era el símbolo de su iglesia
(su “logo”, diríamos hoy día), la Unión Cristiana Mundial, U.C.M., y una gran
cantidad de creyentes se trasladaba hasta ese pueblo para participar de los
ritos religiosos de esa secta mesiánica, basada en el culto de un santo llamado
Liborio Mateo. El nombre real de Liborio era “Olivorio”, y se supone que fue
cambiado cuando habló directamente con Dios, que le cambió el nombre y lo
declaró “santo”. Esta clase de iglesias mesiánicas fueron comunes en
Latinoamérica, y la más conocida es la de los canudos, una secta apocalíptica
brasileña que fue novelada por Mario Vargas Llosa en “La guerra del fin del
mundo”, pero mucho antes por el periodista Euclides Da Cunha en su libro “Los
sertones”. Los canudos aparecieron en Brasil a finales del siglo XIX. Liborio
fue asesinado por los interventores norteamericanos durante la primera invasión
de los Estados Unidos a nuestro país.
La Unión Cristiana Mundial tuvo una fuerte oposición de la
iglesia católica y de los terratenientes del sur del país, es decir de la
oligarquía, lo cual, durante un gobierno débil de transición, resultó ser muy
peligroso.
Las fuentes se encuentran claramente acreditadas en mi libro.
Hay dos textos principales: el de Lusitania Martínez y el de Carlos Esteban
Deive. Son diferentes, puesto que, mientras que Lusitania se coloca sin
pensarlo dos veces de parte del grupo religioso, Esteban Deive, quizás debido a
cierto rigor académico, insiste en recordarnos que la creencia era falsa, y que
Liborio montó una especie de teatro que repitió varias veces, hasta que le
salió bien, para que fuese declarado como un escogido por Dios para crear una
iglesia, una nueva Jerusalén. Son dos visiones diferentes, pero lo importante
es que ambos cuentan lo que pasó en un sentido histórico.
También se encuentra un texto de Aquiles Castro, que recoge
las publicaciones sobre el “problema” de Palma Sola en la prensa de la época.
Además de algunos otros libros que acredito en la novela.
El 28 de diciembre del año 1962 hubo una masacre en Palma
Sola que todos los dominicanos conocemos –en esta época debe haber alguno,
quizás muchos, que no lo sepan ni les interese-, por lo que no trato de engañar
a los lectores: desde el principio de la novela se sabe que habrá una masacre
en el pueblo. En esa masacre murieron cientos de personas, y fueron fusilados
los familiares de la familia Ventura Rodríguez, de acuerdo con el libro de Lusitania
Martínez. Fue herido el mayor Francisco Alberto Caamaño Deñó (en ese tiempo aún
no era coronel) y murió el general Miguel Francisco Rodríguez Reyes. También
fue asesinado Plinio Mesías. No vale la pena engañar a nadie, tratando de
escribir un final sorpresivo que todos conocemos. Ninguno de los victimarios
fue llevado a la justicia. No hubo culpables.
Ahora bien: el libro es una novela, una obra de ficción.
Aunque está basado en hechos reales, históricos. Pero es una novela. La mayoría
de los personajes son ficticios. Lo que he tratado, con mis pocas herramientas,
es contar la historia de los muertos. No la historia de Plinio Mesías o León
Ventura, ni la de Liborio, aunque aparecen como personajes, pero mi interés es
literario y es una obra de ficción.
Un abogado, el licenciado Eloy Benoit, es enviado a Palma
Sola para que elabore un informe sobre lo que está sucediendo allí. Eloy Benoit
es uno de los abogados del procurador de la corte de apelación de San Juan de
la Maguana, el Dr. Tomás Susaña (personaje real). El licenciado Benoit no
quiere ir al pueblo, y trata de retrasarlo el mayor tiempo posible, puesto que
sabe que su presencia es protocolar y las decisiones se encuentran tomadas de
antemano. El licenciado Eloy Benoit es uno de los narradores de la historia.
En el pueblo se encuentra con una joven de 19 años llamada
Milena, una fanática que cree en los mellizos ciegamente. Pero también con una
serie de personajes con los que se intenta explicar (todo de una forma
literaria, no documental) dos cosas: por qué una persona querría pertenecer a
una iglesia mesiánica de estas características, y la vida en nuestro país en el
año 1962. Se cuentan las historias de los desarrapados, de los menesterosos, de
las víctimas. Todo lo demás es literario, formal, todo lo demás es lo que a mí
me interesa como escritor.
Espero pues que la novela pueda ser leída, y comentada, y
criticada, y que se pueda entender más o menos lo que sucedió exactamente en el
pueblo de Palma Sola (aunque para eso es mejor leer las investigaciones de
Lusitania Martínez y Carlos Esteban Deive), si bien mi interés principal es que
se lea una novela, una obra ficticia, con personajes ficticios, quizás incluso
los reales, los históricos, a los que ya no podremos conocer y no sabremos cómo
son o lo que pensaron e hicieron cuando sucedieron los hechos, puesto que hay
algo que uno sabe también de antemano: muchas veces los protagonistas mienten,
tratan de alterar su participación en hechos terribles como estos, sobre todo
si se trata de los victimarios.
Mi profundo agradecimiento a la Editorial Santuario, que se
comunicó conmigo para proponerme la publicación de la novela, y es quien la
está promoviendo y vendiendo. También se encuentra de venta en Amazon.
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